Alivio de los costos humanos de las enfermedades crónicas

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Dicen que todo en la vida tiene un precio, pero algunos costos son más difíciles de medir que otros. Sin duda es cierto cuando se trata de medir los costos de las enfermedades crónicas, tanto para cada residente de Oregon como para nuestro estado en general. Las enfermedades crónicas pueden prevenirse y manejarse, pero rara vez se curan. Cuando ofrecemos más oportunidades para que los residentes de Oregon vivan vidas saludables, reducimos los costos de las enfermedades crónicas para nuestro estado y las personas con quienes lo compartimos.

Dicen que todo en la vida tiene un precio, pero algunos costos son más difíciles de medir que otros. Sin duda esto es cierto cuando se trata de medir los costos de las enfermedades crónicas, tanto para cada residente de Oregon como para el estado en general.

Claro que es posible establecer una cifra para los altos costos del tratamiento médico de enfermedades crónicas como el asma, la artritis, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Tomemos por ejemplo dos, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, que son los más costosos para los residentes de Oregon. En 2011 se registraron 37,601 hospitalizaciones por problemas relacionados con enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares y la factura promedio del hospital fue de $71,000. El precio total: más de $1,300 millones.

Pero el dinero no es suficiente para medir la pesada carga de las enfermedades crónicas. En 2013, más de 1.7 millones de nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos en Oregon tenían al menos una enfermedad crónica, que equivale a más del 40 por ciento de todos los residentes del estado. Los costos humanos que son más difíciles de medir de sus padecimientos se encuentran en todas las situaciones:

  • el abuelo a quien su enfermedad cardíaca le impide pasear en el parque con su nieto
  • la vecina a quien le encanta cantar pero no puede ir a practicar en el coro de la iglesia debido la artritis
  • la hija adulta que renuncia a un trabajo que ama para cuidar a su padre que padece cáncer
  • la amiga a quien le acaban de diagnosticar diabetes y está asustada por lo que le depara el futuro

Este último ejemplo es mi amiga, una mujer más o menos de mi edad (45), que vio cómo la diabetes no controlada truncó la vida de sus familiares y sabe lo terrible que puede ser no controlar su nuevo padecimiento. Cuando me contó sobre su diagnóstico mientras tomábamos un café le preocupaban los cambios necesarios que tendría que hacer para vivir con la enfermedad durante los próximos 30 o 40 años.

Por definición, las enfermedades crónicas son padecimientos prolongados que pueden prevenirse y manejarse pero rara vez se curan. Cuando no se previenen ni se mantienen bajo control, dañan a los residentes de cada comunidad de Oregon y disminuyen sus oportunidades de tener vidas saludables que contribuyan a la salud de nuestro estado.

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La buena noticia para mi amiga y para Oregon es que existen métodos comprobados para manejar la diabetes, los cuales incluyen las mismas herramientas que el resto de nosotros podemos usar para prevenir la diabetes y otras enfermedades crónicas en nuestras propias familias y comunidades: llevar una dieta saludable, hacer más actividad física, evitar fumar. Suena sencillo ¿no? Sin embargo, si realmente lo fuera, los residentes de Oregon no enfrentarían costos tan altos debido a las enfermedades crónicas. En 2013, el 79 por ciento de los adultos en nuestro estado tenía un factor de riesgo de padecer una enfermedad crónica como el tabaquismo, la falta de actividad física o la mala alimentación. Una razón importante de ese alto porcentaje es que la comida nutritiva, los lugares para jugar y hacer actividad física y el aire libre de humo siguen fuera del alcance de muchos residentes de Oregon.

  • Vivir lejos de parques y otros lugares seguros para jugar es un obstáculo para que una familia pueda salir y disfrutar del aire fresco
  • La falta de supermercados cercanos al hogar, donde vendan frutas, verduras, cereales integrales y productos lácteos a un precio accesible es un obstáculo para llevar una dieta saludable todos los días
  • Vivir lejos del trabajo y pasar mucho tiempo en un automóvil o autobús para ir y volver, da lugar a tener menos tiempo para caminar, dedicarse a la jardinería, ir a bailar o participar en otra actividad física

Me siento muy afortunada de vivir cerca de mi trabajo y poder ir en bicicleta, por calles seguras, a una oficina que me ofrece un lugar para guardar mi bicicleta mientras trabajo. Así que, sea de la forma sea hago 45 minutos de actividad física, cinco días a la semana por el recorrido que debo hacer para ir a trabajar.

Cuando ofrecemos acceso similar a opciones saludables a más residentes de Oregon, reducimos los costos de las enfermedades crónicas para nuestro estado y para las personas con quienes lo compartimos. No sólo ahorramos dinero sino que además, y esto es igual de importante, mejoramos la calidad de nuestras vidas.

De ambas maneras, Oregon prospera.

Karen Girard, MPA, ex gerente de Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades Crónicas de la Autoridad de Salud de Oregón.

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